¿Eres, has sido o te gustaría ser coleccionista de algo?
Dependiendo de la edad que tengas es muy posible que te identifiques con una o varias de las siguientes opciones:
a) Tengo una colección viva que voy renovando con nuevas piezas
b) Guardo una colección olvidada que va acumulando polvo
c) Quiero ser coleccionista, pero no sé por dónde empezar
d) Coleccionar no es algo que me interese TODAVÍA
En mi caso particular les puedo contar que he tenido colecciones de todo tipo: conchas de mar, piedras, insectos, calcomanías, sudaderas. Incluso, en algún momento de mi infancia decidí que quería coleccionar animales vivos (hamsters, peces, conejos, gatos, perros y hasta serpientes). Recuerdo una vez que me desperté con esa sensación de angustia tremenda y me percaté de que había llovido toda la noche… y mi conejo se había quedado afuera en su jaula. Salí y me encontré justo lo que me temía, mi conejo blanco empapado y tiritando de frío en el suelo de la jaula. Me lo llevé conmigo a mi cama e intentaba darle calor con las cobijas. Pero era inútil, dejó de respirar y de pronto una sensación de culpa inmensa se apoderó de mí… mis padres hicieron lo posible por consolarme y les puedo asegurar que desde entonces me tomé mucho más en serio eso de coleccionar cosas vivas.



El trauma del conejo no fue suficiente para disuadirme de coleccionar, y es que a pesar de que no me considero una persona materialista, aprecio mucho el valor de una colección con intención. De hecho, el evento del conejo me ayudó a comprender, qué el problema no es que se coleccionen cosas vivas (o no), el problema es que se tienen que cuidar. Una colección (de lo que sea) es lo mismo, la debemos cuidar para mantenerla viva. Una colección que dejamos olvidada pierde su intención y poco a poco se va muriendo, hasta que alguien la rescata.
En Casa Gama queremos invitarte a que te decidas a ser un coleccionista, ya sea comenzando una colección nueva o bien, rescatando alguna colección tuya que has descuidado o la de algún abuelo o tía. Devuélvele la vida apreciándola, curándola y COMPARTIENDOLA, que las colecciones al igual que la vida saben mejor cuando las compartimos. Ten en cuenta que una colección que haces tuya puede convertirse en un punto de interacción importante con otro ser humano. Es por eso que queremos pedirte que nos compartas tu colección de lo que sea. No tiene que ser el cuadro u objeto original, puede ser una imagen del mismo. Lo importante aquí es que hay algo con lo que conectas y que te hace vibrar. Ayúdanos a conocerte mejor a través de tu colección con intención.


